INICIACIÓN
A LA MEDITACIÓN
Cuando entramos en meditación establecemos contacto con nuestra
esencia interna.

Vamos a
identificarlo.
¿Te das cuenta de esos momentos en los que, de pronto, vuelves
en ti porque durante un rato, sin darte cuenta, tu cabeza se paró, dejaste de
pensar y el mundo alrededor desapareció? ¿Dónde estabas en esos momentos? La
respuesta es: en tu interior. ¿Y qué hay allí? Encuentras paz, silencio,
bienestar, descanso... y la respuesta a ese problema que antes no
hallabas.
Otras veces, ya cansado de pensar y harto de buscar una idea
nueva, dejas todo de lado, te olvidas, te das la vuelta y en ese momento... ya
lo tienes, acabas de encontrarla! ¿De dónde ha venido la solución? La
explicación es: en ese instante de silencio que has hecho sin querer al
abandonarlo TODO y no pensar, has entrado en contacto con tu esencia por un
instante.
Las ideas brillantes vienen de la esencia, la mente solo las
analiza y les da forma.
Ahora que ya lo identificamos vamos a aprender a repetirlo a voluntad.
CÓMO EMPEZAR A MEDITAR.
1.
LA
POSTURA
2.
RELAJANDO
LA MENTE
3.
BUSCANDO
LA LUZ
4.
SANÁNDOSE
1. LA POSTURA
-
Escoge
un momento del día en que no tengas prisa.
-
Escoge
un lugar tranquilo que sea de tu gusto.
-
Antes
de empezar desperézate, estírate, dóblate, agáchate, bosteza... haz lo
que sea necesario para que tu cuerpo pierda rigidez o inquietud, así no
necesitarás moverte durante la meditación.

- No
levantes la barbilla ni la bajes en exceso, busca una posición natural.
Relaja los hombros y descansa las manos sobre las piernas. Olvídate de ellas,
no es imprescindible hacer mudras (posturas con los dedos) y, de momento,
pueden distraerte.
-
Ahora
presta atención a tu rostro y relaja el entrecejo, esto sí es importante.
Puedes ayudarte levantando y bajando las cejas varias veces. Cuando lo hayas
conseguido vete bajando poco a poco y soltando la
tensión de todas las zonas del cuerpo hasta llegar a los dedos de los pies.
¿Estás a gusto?
2. RELAJANDO LA MENTE

-
Si hay ruidos del exterior no importa, son parte de la vida y
están bien. Si te molestan eso es una nube en tu cielo, haz que el viento se lleve
tu emoción.
En este estado entras en contacto con tu Interior. Practícalo y
aprende a escuchar su Voz.
(Si
quieres, puedes seguir meditando y aprender a sanarte. Si es así continúa.)
3. BUSCANDO LA LUZ
Ya estás preparado para lo importante.
· Visualiza la luz expandiéndose dentro de la cabeza y disfruta de cómo limpia y calma tu mente. Gana claridad mental.
Haz esto LENTAMENTE, a tu ritmo.
· Bájala a la garganta y limpia con ella todo resto de
malas palabras que hayas pronunciado, con las que hayas podido herir a otras
personas o al mundo.
· Llévala a la altura del corazón y limpia todos los
temores, tristezas y preocupaciones. Observa como el corazón se hace más
cálido y se expande.
· Colócala debajo del esternón y percibe como los enfados se
diluyen. Te haces firme pero cariñoso/a.

· Por último colócala a la altura del pubis y limpia todo
aquello que te impide disfrutar la vida con cada uno de sus pequeños placeres.
Date cuenta de cómo
todo tu cuerpo, tu mente y tus emociones han cambiado.
Te sientes Luz.
Eres Luz.
Déjate estar tranquilo/a disfrutando de quien eres ahora.ÉSTE/A ERES TÚ SIN TODA ESA CARGA QUE LLEVABAS.
¡Enhorabuena, ya sabes meditar!
¡Ahora todas tus ideas serán luminosas!
(Yo soy otro tú)

No hay comentarios:
Publicar un comentario